De la Semana Santa y yo

Estándar

Hace tres meses celebrábamos que había nacido un niño sin un padre vivo reconocido, y ya estamos celebrando su muerte. Celebrando! Aquí se celebra todo, que hay hasta una cultura gastronómica para ello. Me pierdo un poco, pero parece ser que los viernes no se puede comer carne, ni blasfemar, ni tener relaciones sexuales (ellos le llaman hacer uso del matrimonio, siempre me ha parecido muy graciosa la expresión), ni bailar, ni cantar… Sólo se puede comer bacalao, que aborrezco, torrijas, que engordan, y rezar. Así que hace más de treinta años me hice objetora de conciencia. Empecé a madurar la idea en una discoteca de L’Espluga de Francolí un viernes santo, cagada de miedo porque dios me estaba viendo y se chivaría a mamá (me daba más miedo mamá que dios) pero bailando como la pecadora en la que me estaba convirtiendo, y desde entonces no he parado de pecar en semana santa. De pensamiento, palabra, obra y omisión. Más de palabra, que tengo una boquita…
Si voy a ver alguna procesión es por morbo. Qué silencio! Ni en mi casa a las tres de la madrugada hay tanta quietud! Esa gente vestida raro, con la cabeza y la cara tapada con un gorro de mago Merlín con dos agujeritos para los ojos que no coinciden con los ojos nunca, llevando velas largas como sables, encendidas, chorreando cera, que no sabes si te miran a ti porque te conocen y van a saludarte o miran a esa señora de tu lado, arreglada como para una boda y emocionada pañuelo en ristre. Oye, que no te dejan cuchichear, que no paran de hacer Chis! Chis! A la que dices: Mira, ese va descalzo y va a pisar una paloma aplastada (dato verídico) Quise hacer una foto con flash y me hicieron sentir culpable con sus miradas, dejadme, que la subiré a Instagram y veréis qué chula. Los romanos de chichinabo, algunos llevan reloj y otros tatuajes tribales y así una no se pone en situación, no me meto en sus papeles, además en mi ciudad no hay costaleros, las carrozas llevan ruedas y motor.Y luego llega la comitiva de la gente importante, los que no se tapan la cara y van con estandartes al hombro con el semblante de circunstancias para que les miremos con el mismo respeto y devoción que a las figuras de las carrozas. Hombre, entiendo poco, pero no se pueden comparar a Jesús que va en taparrabos a las 10 de la noche, con ellos que llevan abrigo. El de los eventos importantes, ese que huele a cerrado.
Que por mucho que me empeñe, la semana santa siempre me recordará «La vida de Bryan» y me da un poco de risa.

 

-¿Crucifixión? Bien. Pasa la puerta, gira a la izquierda, una cruz por persona. Siguiente prisionero…
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-Una limosnita para un ex-leprosoooo
-¿Ha dicho usted EX-leproso?
-Sí, vino Jesús y me curó, así, sin pedir permiso. ¿Y ahora como me gano la vida? Antes tenía un trabajo fijo.

Acerca de MariCarmen

Una superviviente en un mundo de hombres (qué ilusión, siempre quise decir esto) Madre, hija, hermana, esposa... de hombres. Cuando llega una nueva mujer a mi vida me siento un poco más liberada de la presión. Si hasta los gatos de papá son chicos! A ver qué sale de aquí. Todos los datos son estrictamente reales salvo algunos, siempre hablaré en primera persona salvo alguna vez y nunca mentiré, exageraré o fantasearé salvo en contadas ocasiones. Algún secreto puede salir maquillado como literatura y alguna experiencia que me apunte como personal puede no serlo. No lo desvelaré jamás, a no ser que me emborraches y me jures amor eterno. Los nombres de las terceras personas no son siempre reales. Las terceras personas no son siempre reales.

Un comentario »

  1. Me parto…..Yo también le he tenido más miedo a mi madre que a Dios!!! Lo que son las madres!!!!
    Y las películas clásicas que ya te sabes igual de bien que el Padrenuestro…Pero chica…typical spanish….Deja que siga así, como nos descuidemos con tanta crisis nos quitan también la Semana Santa….Y que sería de Málaga sin Antonio Banderas de costalero???

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  2. Jajajaja, sí, es verdad que estas tradiciones son un poco raritas. Si alguien que no sabe nada del asunto cae por casualidad en una procesión creo que alucinará. Pero las torrijas si te las comes en Semana Santa no engordan porque estás en fecha, después ya sí. Eso he oído decir.

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