Me encantan las mañanas lluviosas de primavera, hoy he mirado por la ventana con nostalgia, llorando por mi reciente pérdida amorosa, pensando que podía haber hecho algo más, que lo podía haber evitado cuidándole mejor. Luego me sequé las lágrimas y me dije a mí misma que los electrodomésticos también se cansan de la rutina, y si es una cafetera mucho más, que no es culpa mía, aunque no la haya mimado con un buen antical. Pues ala, hoy me toca ir a desayunar a un bar, como un camionero. Dejarán que me lleve mis madalenas? Lee el resto de esta entrada
Soy Neurasténica 