De la enajenación sexual transitoria

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mujeres bebiendo-o

¡Una cerveza, tía! ¡Tenemos que quedar para tomarnos una cerveza! bueno, yo sin alcohol
Para estirar de la lengua a Carolina primero tengo que explicarle detalles morbosos de mi vida, aún le cuesta admitir que es una mujer adúltera y necesita empatizar. Pues nada, la pongo al día, ¡empaticemos! Cuando veo que sus ojos no pueden abrirse más, sé que es el momento de cortar mi rollo y preguntarle:
-¿Me vas a contar ya a qué se debe ese cambio físico? ¡Estás guapísima, puta! Tú has…
Y se pone las manos en la cara.
-¡Estoy fatal, fatal! ¡Pero que muy mal! ¡Me he vuelto loca!
-Tú explícame y yo ya decido si estás loca o no. Deja que te juzgue una profesional de la concupiscencia…
La historia resumida es:
● Carolina y su marido con amigos en su casa.
● Amigo de su marido la separa del grupo y la lleva al garaje.
● Carolina sufre su «Enajenación Sexual Transitoria» y cae en brazos del susodicho.
● Se pegan cuatro morreos y vuelven a la reunión.
● Han quedado para comer en un pueblo del Delta de l’Ebre la semana próxima.
● Cree que una vez hayan comido y hayan aclarado las cosas se le habrá pasado la tontería.

Mira cariño, comer no sé si comeréis, pero busca un restaurante donde haya un hotelito cerca porque no te escapas de un revolcón ese día con él.
– Hemos quedado para comer, CO-MER.
– Y además váis a follar, FO-LLAR.
Y las dos nos dejamos llevar por el alcohol que bebía yo y soltamos unas sonoras carcajadas haciendo chin chin con los botellines medio vacíos y llamando la atención de los camareros que cuchicheaban nosequé.
– Joder tía ¿cuántos años tienes ya? -le pregunté, aunque me importa una mierda porque está espectacular- ¿te crees que se te va a pasar el encoñamiento después de comer?
– 40… sí, sí 40. Llevo tanto tiempo quitándome años que ya no sé la edad que tengo. El otro día mi hija me pilló con el DNI, y ahora que ha aprendido a restar en el cole ya sabe la edad que tengo. Me dijo que le parecía muy raro que siempre tuviera 36.
Otra risotada y otro brindis
-Por las mamiszorras (de listas)

Acerca de MariCarmen

Una superviviente en un mundo de hombres (qué ilusión, siempre quise decir esto) Madre, hija, hermana, esposa... de hombres. Cuando llega una nueva mujer a mi vida me siento un poco más liberada de la presión. Si hasta los gatos de papá son chicos! A ver qué sale de aquí. Todos los datos son estrictamente reales salvo algunos, siempre hablaré en primera persona salvo alguna vez y nunca mentiré, exageraré o fantasearé salvo en contadas ocasiones. Algún secreto puede salir maquillado como literatura y alguna experiencia que me apunte como personal puede no serlo. No lo desvelaré jamás, a no ser que me emborraches y me jures amor eterno. Los nombres de las terceras personas no son siempre reales. Las terceras personas no son siempre reales.

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