De Eli y su frenesí amoroso.

Mi amiga Elisa es la bomba.
De Hiroshima.
Elisa Vilablanca y yo estudiamos en el mismo colegio religioso de mierda. Ella le sacó provecho y yo me descarrié en cuanto vi el mundo que había fuera, ella continúa yendo los Domingos a misa de una y yo ni siquiera recuerdo el PadreNuestro, que parece ser que hace unos años lo cambiaron y lo adaptaron a los nuevos tiempos.
Ha encontrado al hombre de su vida tres veces los últimos dos años, qué capacidad de enamorarse tiene la joía! Siempre lo hace a conciencia y convencida, dejándose el alma en ello, y utiliza siempre los mismos términos cuando me explica lo que siente, ya que yo soy una analfabeta sentimental y le digo que me explique qué es eso de enamorarse:
«Me llena el alma» «Me siento mujer a su lado» «Es un hombre de la cabeza a los pies» «Tengo el corazón feliz» «Es hermoso sentir amor» «Me dice que me lleva consigo»
Y claro, yo que no entiendo esto del amor, me pierdo entre tanto término romántico y voy al grano.
-Pero Eli, folla bien?
-Mari Carmen! Jajaja, no todo es el sexo!Hay que conectar con el alma- Y tira balones fuera.
Pues que no me cuente nada, que me pone los dientes largos. Se limita a explicarme lo enamorados que están y que se duermen abrazados, y desayunan juntos, y le hace compañía y la entiende y la atiende y es muy ordenado…
Que le añora cuando no tiene su presencia, que bebe de sus recuerdos… esta chica es de letras y del Renacimiento, se lo he dicho siempre.
-Eli, tú te equivocaste al nacer. Tenías que haberlo hecho en la España de Garcilaso de la Vega, allí te hubieras puesto las botas. Digo de escribir en antiguo como lo haces tú, no en practicar sexo, que también. A tí te hablan así y te tiras hasta a Santa Teresa de Jesús con sus orgasmos disfrazados de ataques de éxtasis.
Eli es católica por convencimiento y por tradición y pecadora por afición. Si su padre levantara la cabeza… qué ascazo daría, el señor Vilablanca lleva doce años muerto. Pero quiero decir que con lo religioso que era le daría un soponcio y volvería a resucitar para darle un guantazo, que el hombre era muy bruto. No se enteró ni que iba a ser madre soltera. Hubiera sido madre soltera y mutilada de la que le hubiera caído encima.
Uno de los últimos amores eternos que padecí de ella fue Carlos, un hombre sin oficio ni beneficio pero que me caía muy bien. Tenía ese aire pícaro que me gusta de los hombres, la cuidaba, mimaba y fornicaba de lujo.
-Hija, Eli, no sé que más quieres, si se levanta a prepararte el café por las mañanas.
-Pues que trabaje, joder! (Es muy cristiana, pero tiene una boquita…) Que me está chuleando. Que tiene el paladar del Vizconde de Miranda, y no gano para yogures con bífidus.
Cortó con él hace un año y medio y se ha vuelto a enamorar hasta las trancas y a sentirse llena de vida, dichosa, afortunada y llena de contento y de ilusión dos veces más, después de tres semanas de no poder darle sentido a su vida, de vivir una agonía, de querer llorar pero tener que soportar su llanto. De haberse creído la amada de su Carlos y fue todo una farsa, que su amor era veneno que dejó impregnar en su sentir…
No sale entera de una relación, tengo que recoger siempre los cachitos que se le van cayendo. Si es que mi Eli…