De mi picnic playero

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El verano pasado se me ocurrió la fascinante idea de hacer un picnic en la playa, de noche, con velitas y utilizando como mantel un plaid de estampado étnico que tenía en el armario sin saber qué hacer con él. Pues para que no se nos llene el culo de arena! Ala, a la bolsa!
Preparé durante toda la tarde esos pequeños manjares que cenaríamos. Las ensaladas y el pastel frío lo bordé, y a la macedonia le eché ración doble de Kirsch, que no sabía qué era, pero me lo recomendó una amiga mía, que tiene cosas raras en su cocina y las utiliza. Compré velitas y copas de «chichinabo» en los chinos y una botella de vino en Mercadona, me llevó quince minutos decidirme, paseándome por la sección arriba y abajo:
-Este… no, este… no sé, este… mierda, me he pasado de largo y esto son cervezas, empiezo. Este…
Me recogió con puntualidad británica a las ocho treinta y su cara fue un poema al ver la cantidad de bultos que llevaba.
– Cuántos seremos para la cenita romántica si se puede saber? Es más, cuántos días estaremos acampados? Yo mañana recojo a la niña, te acuerdas? (Padre separado con custodia compartida, el caos de las agendas y de la líbido)
-Abre el maletero y calla, imbécil!- Le dije con una sonrisa.
En la playa aún había una familia remolona, mamá lavaba los cubos y los churumbeles volvían a empanarlos con arena.
-Señora, espabile! Tengo que ir yo a poner firmes a sus hijos? Como vaya le aseguro que acabamos en la fiscalía de menores!- Me hubiera encantado gritarle, pero me limité a mirar y esperar pacientemente a que se largaran. Tanto cuesta recoger cuatro cachivaches? También había una parejita muy cariñosa, que por la concentración que tenían en lamerse, no se habían dado cuenta que estábamos a tres metros mirándolos fijamente. O sí, quién sabe.
Extendí la tela. Pero qué bien luce el trapito en la arena, coño! Foto para Instagram! Saqué las fiambreras y coloqué todo lo artísticamente que sé (más bien poco) el piscolabis, abrimos la botella de vino y nos servimos una copa. Brindis, deseo, besito y foto para Instagam. Alguien ha intentado beber vino en copas de esa calidad ? Aún mejor: Alguien ha intentado apoyar una copa de plasticucho en la arena?
Las velitas desistimos en dejarlas encendidas, la brisa nos las apagó cuatro veces y pillamos la indirecta. También pillamos la indirecta de la máquina limpiaplayas, cuando nos apuntó amenazante con su enorme foco justo en el momento en el que habíamos decidido dar rienda suelta a nuestra pasión. Jamás me había levantado del suelo a esa velocidad. El conductor aún se está riendo, le oigo cada noche en mis pesadillas.

Acerca de MariCarmen

Una superviviente en un mundo de hombres (qué ilusión, siempre quise decir esto) Madre, hija, hermana, esposa... de hombres. Cuando llega una nueva mujer a mi vida me siento un poco más liberada de la presión. Si hasta los gatos de papá son chicos! A ver qué sale de aquí. Todos los datos son estrictamente reales salvo algunos, siempre hablaré en primera persona salvo alguna vez y nunca mentiré, exageraré o fantasearé salvo en contadas ocasiones. Algún secreto puede salir maquillado como literatura y alguna experiencia que me apunte como personal puede no serlo. No lo desvelaré jamás, a no ser que me emborraches y me jures amor eterno. Los nombres de las terceras personas no son siempre reales. Las terceras personas no son siempre reales.

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