De las mariposas y mi estómago

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mafaldabailandoEl estómago, ese órgano que sirve para hacer digestiones y albergar asquerosas mariposas que revolotean dentro haciéndote sentir náuseas. Como la gastroenteritis, pero en feliz. Con ganas de cantar, de bailar, de verle, de bailar, de hacer puenting, de bailar, de explicarle al vendedor de la ONCE cómo le conociste… y bailar. En fin, una cursilada de esas que pasan con el tiempo, gracias a Dios.
En mi vida no he sido tan poco productiva como cuando he tenido mariposas en el estómago, no me concentraba en nada, claro, con las hormonas todo el día interrumpiendo, cualquiera pensaba en recoger la habitación.
-Le gustará esta camiseta?- A mi amiga la tenía frita.
-Le gustará quitarte la camiseta, MariCarmen, y por lo que veo no le costará demasiado hacerlo.
Y no me importaba encaramarme a unos tacones de doce centímetros que me destrozaban los pies, con sus diez deditos, y aguantar allí arriba las cuatro horas de discoteca bailando sin perderle de vista, o las dos horas de discoteca sin perderle de vista y las otras dos de revolcón en su coche de asientos reclinables (no todos los coches los tenían, que quede claro)
Y un día llegaba el desasosiego, que no me llama, que no me habla. Y las mariposas volvían a hacer una metamorfosis para convertirse en cuervos. Y esos cuervos jugaban al frontón cuando sonaba el teléfono y me decía que hoy no nos veríamos. -Pues sabes qué te digo? Que no me importa, que he quedado con otro. Y era mentira, porque como él no había otro gilipollas semejante (entonces no lo sabía pero los había, y me tropecé con unos cuantos)
Ahora pienso en esas mariposas y en las náuseas con cierta melancolía, porque el estado de idiotez severo es hasta divertido si te paras a pensar en ello. Mientras estás encoñada no te duele la cabeza, la ansiedad te hace adelgazar, te brillan los ojos y hasta te ves lista! Caminas por la calle con una seguridad que sólo te da la chaladura esa, y miras al resto de mortales con desdén pensando: Jamás sabrá, señora anónima, con quién estoy zorreando. Jamás! Y jamás sabrá a dónde voy ahora, así que no me tire de la lengua!
Y esa señora te mira de arriba a abajo y te ignora elegantemente, que bastante tiene ya con sufrir sus neuras, como para aguantar a una majareta como tú.

Acerca de MariCarmen

Una superviviente en un mundo de hombres (qué ilusión, siempre quise decir esto) Madre, hija, hermana, esposa... de hombres. Cuando llega una nueva mujer a mi vida me siento un poco más liberada de la presión. Si hasta los gatos de papá son chicos! A ver qué sale de aquí. Todos los datos son estrictamente reales salvo algunos, siempre hablaré en primera persona salvo alguna vez y nunca mentiré, exageraré o fantasearé salvo en contadas ocasiones. Algún secreto puede salir maquillado como literatura y alguna experiencia que me apunte como personal puede no serlo. No lo desvelaré jamás, a no ser que me emborraches y me jures amor eterno. Los nombres de las terceras personas no son siempre reales. Las terceras personas no son siempre reales.

Un comentario »

  1. Hablas de esas mariposas que te pellizcan el estomago cuando suena un whatsapp y es él? Esas que te hacen soñar que él ahora también esta pensando en ti? De esas que te hacen vivir momentos en los que rozas la felicidad? Pues si son esas yo quiero un saco para volver a sentir ese obnubilamiento borreguil !!!!!

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